Antes de iniciar quisiera referirme al relato de Borges en donde el personaje central llamado “Funes el memorioso sobre la memoria o sobre el insomnio. Siendo, sin duda, una reflexión sobre ambos, el texto en su forma ofrece, a partir de una serie de referencias temporales fallidas, una lectura menos transitada que propone una discusión y una crítica sobre la construcción y transmisión de conocimiento entre fines del siglo XIX y principios del XX. Un personaje que trasciende lo onírico y se trasporta en tiempos históricos inimaginables a partir del recuerdo y la situación de recordar y olvidar como dicotomías expuestas por medio del diálogo con el narrador. Esta narración nos pone en paralelo con relación al problema de la producción y transmisión de conocimiento. Los elementos que generan la atmosfera de suspenso y misterio es cuando Funes olvida en un tiempo de tormenta y oscuridad y evoca momentos históricos que remiten al libro de Naturis Historia de Plinio, personaje de la historia romana. Otro elemento es el diálogo en latín que Funes, en su momento de perder la memoria, los hace con la finalidad de generar en el lector una especia de posesión de un personaje histórico en el personaje de Funes. De esta manera, el narrador da a entender que Funes recuerda, pero no piensa, no razona. (…) Funes recuerda, es memorioso, tiene una percepción infalible. Pero solo eso. (…) Como ser que no razona, en el cuento Funes está asociado a la oscuridad.
“Funes el memorioso”, además de su sobrevuelo filosófico, hilvana de manera ficticia tensiones culturales evidenciadas en las dicotomías literatos-compadritos, cronista-protagonista, memoria-pensamiento racional. El narrador irá tejiendo el perfil de Funes y el suyo propio al ritmo de minuciosas descripciones que serán el alimento del relato. El narrador se construye a sí mismo en la voz de Funes: “Literato, cajetilla, porteño; Funes no dijo esas injuriosas palabras, pero de un modo suficiente me consta que yo representaba para él esas desventuras”. Es argentino, “literato” y escribe a pedido testimoniando su encuentro con Funes: eso es lo que sabemos de él. A modo de conclusión, podemos apreciar que el cuento de Borges se caracteriza por ser fantástico por el hecho de generar suspenso y trasportarse en lo acontecido en el relato que forma parte integral de la realidad y que esta realidad está regida por elementos oníricos que trasportan al lector hacia una historia en particular y permiten llegar al pacto entre lector y el autor.
¡Una joya el comentario, querida Isabel! Me encanta la cita, es sumamente clave para revelar lo fantástico, partiendo de la construcción misma del personaje y sus aptitudes maravillosas. Rescato también el valor de lo intertextual, que bien has sabido ejemplificar para expandir tus ideas.
“Funes el memorioso” es uno de los cuentos del volumen Ficciones, del escritor argentino Jorge Luis Borges. Publicado en 1944, reúne algunos de las narraciones cortas más conocidas del autor. Borges no es un autor cuyas obras pueden ser leídas como relatos simples o constituidos por meros elementos factuales. En sus cuentos a menudo se hallan implicados temas o conceptos que provienen del campo de la filosofía, como también se pueden percibir elementos altamente simbólicos. Esto se advierte en “Funes el memorioso” desde el inicio, donde ya se plantea ―con sus característicos rasgos de estilo― el tema de la memoria como algo problemático: Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepúsculo del día hasta el de la noche, toda una vida entera. La capacidad infinita del personaje ―Funes― de memorizar minuciosamente los hechos y las palabras constituye el tema central del cuento y es este, precisamente, un primer elemento de “irrealidad”, término utilizado por la crítica Ana María Barrenechea para precisar uno de los rasgos fantásticos en la narrativa de Borges. El narrador rehúye los procedimientos habituales en la narrativa de ficción, adoptando una construcción discursiva más propia del ensayo biográfico, la crónica o el informe. El contraste entre el punto de vista narrativo racional y el hecho de la memoriosidad de Funes es otro elemento que enfatiza el carácter fantástico del cuento. Otro elemento que cabe destacar en este cuento es lo que desde un punto de vista puramente racional llamaríamos inverosimilitud. Funes, en efecto, escapa a los parámetros de “normalidad” en la especie humana e instaura como principio semántico de base su “irrealidad”.
¡Excelente, querida Romina! Me ha gustado que hayas mencionado el hecho de que la memoria instalada en el recuerdo es un suceso fantástico que enriquece el cuento. Ella presenta una capacidad infinita e inexplicable, ajena al universo de lo meramente racional.
Antes de iniciar quisiera referirme al relato de Borges en donde el personaje central llamado “Funes el memorioso sobre la memoria o sobre el insomnio. Siendo, sin duda, una reflexión sobre ambos, el texto en su forma ofrece, a partir de una serie de referencias temporales fallidas, una lectura menos transitada que propone una discusión y una crítica sobre la construcción y transmisión de conocimiento entre fines del siglo XIX y principios del XX. Un personaje que trasciende lo onírico y se trasporta en tiempos históricos inimaginables a partir del recuerdo y la situación de recordar y olvidar como dicotomías expuestas por medio del diálogo con el narrador.
ResponderEliminarEsta narración nos pone en paralelo con relación al problema de la producción y transmisión de conocimiento.
Los elementos que generan la atmosfera de suspenso y misterio es cuando Funes olvida en un tiempo de tormenta y oscuridad y evoca momentos históricos que remiten al libro de Naturis Historia de Plinio, personaje de la historia romana.
Otro elemento es el diálogo en latín que Funes, en su momento de perder la memoria, los hace con la finalidad de generar en el lector una especia de posesión de un personaje histórico en el personaje de Funes.
De esta manera, el narrador da a entender que Funes recuerda, pero no piensa, no razona. (…) Funes recuerda, es memorioso, tiene una percepción infalible. Pero solo eso. (…) Como ser que no razona, en el cuento Funes está asociado a la oscuridad.
“Funes el memorioso”, además de su sobrevuelo filosófico, hilvana de manera ficticia tensiones culturales evidenciadas en las dicotomías literatos-compadritos, cronista-protagonista, memoria-pensamiento racional. El narrador irá tejiendo el perfil de Funes y el suyo propio al ritmo de minuciosas descripciones que serán el alimento del relato.
El narrador se construye a sí mismo en la voz de Funes: “Literato, cajetilla, porteño; Funes no dijo esas injuriosas palabras, pero de un modo suficiente me consta que yo representaba para él esas desventuras”. Es argentino, “literato” y escribe a pedido testimoniando su encuentro con Funes: eso es lo que sabemos de él.
A modo de conclusión, podemos apreciar que el cuento de Borges se caracteriza por ser fantástico por el hecho de generar suspenso y trasportarse en lo acontecido en el relato que forma parte integral de la realidad y que esta realidad está regida por elementos oníricos que trasportan al lector hacia una historia en particular y permiten llegar al pacto entre lector y el autor.
¡Una joya el comentario, querida Isabel! Me encanta la cita, es sumamente clave para revelar lo fantástico, partiendo de la construcción misma del personaje y sus aptitudes maravillosas. Rescato también el valor de lo intertextual, que bien has sabido ejemplificar para expandir tus ideas.
EliminarMis felicitaciones.
5 PUNTOS DE CRÉDITO
“Funes el memorioso” es uno de los cuentos del volumen Ficciones, del escritor argentino Jorge Luis Borges. Publicado en 1944, reúne algunos de las narraciones cortas más conocidas del autor.
ResponderEliminarBorges no es un autor cuyas obras pueden ser leídas como relatos simples o constituidos por meros elementos factuales. En sus cuentos a menudo se hallan implicados temas o conceptos que provienen del campo de la filosofía, como también se pueden percibir elementos altamente simbólicos.
Esto se advierte en “Funes el memorioso” desde el inicio, donde ya se plantea ―con sus característicos rasgos de estilo― el tema de la memoria como algo problemático:
Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepúsculo del día hasta el de la noche, toda una vida entera.
La capacidad infinita del personaje ―Funes― de memorizar minuciosamente los hechos y las palabras constituye el tema central del cuento y es este, precisamente, un primer elemento de “irrealidad”, término utilizado por la crítica Ana María Barrenechea para precisar uno de los rasgos fantásticos en la narrativa de Borges.
El narrador rehúye los procedimientos habituales en la narrativa de ficción, adoptando una construcción discursiva más propia del ensayo biográfico, la crónica o el informe. El contraste entre el punto de vista narrativo racional y el hecho de la memoriosidad de Funes es otro elemento que enfatiza el carácter fantástico del cuento.
Otro elemento que cabe destacar en este cuento es lo que desde un punto de vista puramente racional llamaríamos inverosimilitud. Funes, en efecto, escapa a los parámetros de “normalidad” en la especie humana e instaura como principio semántico de base su “irrealidad”.
¡Excelente, querida Romina! Me ha gustado que hayas mencionado el hecho de que la memoria instalada en el recuerdo es un suceso fantástico que enriquece el cuento. Ella presenta una capacidad infinita e inexplicable, ajena al universo de lo meramente racional.
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